25/6/10

como si

   es como si un domingo de calor a la tres de la tarde te tomaras dos litros de ginebra comiendo asado con ravioles al rayo del sol, y con el último pedazo de pan que usaste para limpiar la grasa del plato todavía en la mano, apareciera un tipo sin piedad y con toda la fuerza del destino te pateara las bolas; es como si te fueras a dormir y muchos días más tarde, al reaccionar, todavía tuvieras el 70% de aquel almuerzo intacto en tu estómago esperando para destruirte, y para refrescarte la memoria te patearan las bolas otra vez con una fruición sádica y maciza, y te obligaran a caminar muchos kilómetros desnudo; justo cuando sabés que lo más íntimo de tus órganos digestivos quedará expuesto a la vista de los presentes, que son desconocidos con una opinión más bien negativa de tu persona,
 justo en ese momento alguien te dice “ya no te
quiero” al oído

   es como si todo dependiera de no vomitar


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