26/9/11

la mala leche


            La vida como la conocemos, la vida que vivimos, es un invento. Esta vida de sacrificios, de sufrimiento, de trabajo, de esfuerzo sin fin, radical y permanente, Adán y Eva expulsados del paraíso por sus terribles pecados, condenados a cargar perpetuamente el peso de su culpa en un mundo yermo, pariendo con dolor y penando por el sustento; esta vida es una vida circunstancial, una manera cualquiera de hacer las cosas.
            El invento nace hace ¿diez, quince mil años?, cuando el primer mono más o menos parecido a nosotros le partió un palo por la cabeza al mono más o menos parecido a nosotros que tenía más cerca. El conflicto comenzó con una discusión sobre quién era el dueño del palo. De ahí el fundamento moral para todo lo que vino a continuación: ninguno. La violencia desencadenada sin prejuicios ni barreras. La violencia como verdad absoluta. Y eso, diez o quince mil años más tarde, se transforma en una consigna, en un eslogan ético, algo como: el trabajo dignifica, evidentemente convenido por el mono que agarró el palo primero, que no trabaja.
            La mejor parte: esto es un secreto a voces. Todo el mundo lo sabe. O la gran mayoría de los que alguna vez reflexionaron un poco sobre estas cuestiones. Por supuesto, los que están del lado del palo hacia el que NO caen los golpes, esos se hacen los boludos y disimulan; los que están del otro lado no saben muy bien qué pensar. No es fácil razonar entre la golpiza, en particular si de vez en cuando te tiran un hueso y con eso te alcanza. Los premios intermedios son importantes, las facilidades sin grandes compromisos, el confort, el acomodo en general, son disuasivos, docilizan. Hay que distraer a la gente, es fundamental, pan y circo (yo agregaría: yugo y gayola) y estamos hechos. Si cada uno conserva su lugar entramos todos. Apenas hay que bancarse que te caguen en la cabeza y de vez en cuando alguno te rompa el culo. La dignidad (otra vez esa palabrita) es siempre lo primero que se negocia.
            Transcurrió la evolución en todos los aspectos de la vida en el universo, menos en éste. Los procedimientos se perfeccionaron, lo que todavía es peor. Antes por lo menos te podías ir a la mierda, dejarle el palo al otro y no pelearte con nadie, el mundo era ancho y sobraba espacio para todos. Ahora estás atrapado y comprometido con un mecanismo anónimo y ajeno donde sea que vayas, te encontrarán por el celular, por las noticias, por los satélites, y te harán pagar los impuestos o morirás de hambre en una esquina y dirán que es culpa tuya, los traumas insuperables de la infancia, frágil equilibrio emocional, crisis nerviosas, incapacidad congénita para la adaptación; los psicólogos podrán corroborarlo para que todos nos quedemos tranquilos.
            Y en el caso de no pensarlo detenidamente, podemos llegar a conclusiones inadecuadas. Se podría creer, por ejemplo, que así estamos en contra de nuestra voluntad, pero no hay nada menos cierto. Así estamos porque nos tenemos miedo los unos a los otros, y preferimos sufrir masivamente y hasta el final de los tiempos antes de que nos agarren desprevenidos. Todos aportamos a la miseria general para purgar pequeñas dosis de la miseria propia. Lo más fácil de encontrar en este mundo es alguien sobre quién descargar las consecuencias de la inevitable frustración de la felicidad que implica vivir en este mundo, frustración ineludible de la vida tal como la conocemos, tal como elegimos vivirla un minuto detrás del otro. Nadie podría tolerar ni la mitad de las cosas que se aguanta en un solo día (pero que generalmente nos aguantamos a lo largo de toda una vida) si no tuviéramos algún chivo expiatorio.
            A veces puede parecer que el espíritu del morbo es el que mueve al mundo. Estoy cada vez más cerca de creérmelo. 



8 comentarios:

Pablo Hernández M. dijo...

entonces, palo o no palo es el dilema

Carolina Bugnone dijo...

!!!!!

g. dijo...

no lo podía haber dicho mejor, admirado.
abrazo y cortemos con el yugo. al menos pensemos cómo.

Natalia Solari dijo...

Casualmente esto es lo que me quita el sueño últimamente... y llegué a una conclusión. La culpa de todo la tiene jesucristo. Si, el mismísimo. Alguien le pidió q se crucificara? NO.
Y sin embargo, crecimos escuchando un discurso del valor del martirio, en una lógica de sacrificio y una disociación entre los valores y los deseos totalmente infumable, como si hubiera ido yo con el martillo y lo hubiera hecho sangrar. Seas cristiano o no. Los hijos de puta se meten hasta en tus sueños, hasta en tus deseos más profundos. Juzgan hasta tu pensamiento: "no desearás a la mujer de tu prójimo" No dice " no cogerás". Dice no desearás. Te das cuenta que atrevimiento? Y si, la gente está enojada... y salen todos los síntomas de malcogidismo (te cito) pq esta bien trabajar 12 horas de las 24 que tiene el día para llenarte de cosas que no necesitás, pero si no hacés nada sos un vago. Si te acostás con todos los hombres que deseás sos una puta, pero si te quedás quieta sos una mujer digna. Se llenan la boca hablando de su trabajo y su sacrificio pero en el fondo, todos quieren vivir de rentas. Grandes ascetas!
Y la otra pata de todo esto es la culpa, la confesión. Que delicada arma de manipulación.
Entre Descartes (el bien, el mal, el genio maligno) y la religión judeocristiana se encargaron de defenestrar a la sociedad occidental.
Jeje, me colgué. Es que con buenos gatillos cualquiera se cuelga ;)

Fernando dijo...

Mmm creo que estás confundiendo "trabajo" con "ser empleado". Existe una definición más amplia, donde el trabajo es aquello que uno hace y a cambio recibe algo (dinero, un poco de sal, etc.), y si lo que se recibe a cambio es más o menos justo, creo que ahí sí el trabajo dignifica. Saber hacer cosas que son útiles, y hacerlas, me parece muy digno. Sentarse a esperar que caiga el sustento del cielo sin hacer nada, o sin saber hacer nada, es algo que ni los monos creen que suceda.

Por cierto, te recomiendo leer a Adam Smith, su idea de trabajo es muy interesante.

Saludos!!!

Gonzalo Viñao dijo...

el único ser en el universo que no es empleado de alguien más es Dios, en este mundo hasta el Diablo es un personaje subalterno

vos leíste conmigo vigilar y castigar, lo conocerás a Malthus también, y tal vez estés enterado mejor que yo mismo de la tendencia universal a la concentración de la riqueza que arranca con la edad moderna y el invento del crédito y el interés

si te parece que el problema es el jefe inmediato, entonces el árbol te tapa el bosque

Claire dijo...

Antes de la guerra, lo dijo Rosa L. "Socialismo o Barbarie" Cada vez me convenzo más de la vigencia de aquel pensamiento.
Tus textos me encantan, de encantamiento, tienen magia, aún de la cruel.-
Cambiar el mundo de raíz, cambiando con él, resistiendo a la parálisis de la impotencia.
Camino de hormigas, caminamos para adelante.-

Clʚϊɞ

Cine Braille dijo...

Dos pequeños aportes:
1) Hace 800 mil años nos comíamos a los miembros de los otros clanes ¡y el gobierno no hacía nada! http://cvc.cervantes.es/actcult/atapuerca/canibalismo.htm
2) Cartel en la entrada de Auschwitz: "arbeit macht frei", o sea, "el trabajo libera". No más preguntas, Su Señoría.