5/10/10

las malas noticias

    como en un recuerdo de la infancia el viento crepita entre las ramas altas de los árboles, las copas frondosas se agitan como melenas de muchas cabezas bailando; millares de hojas verdes y blancas se apropian del ruido de la lluvia, una parte con fondo en el cielo de nubes (entre los pájaros), la otra en oleaje espeso sobre el suelo, abraza las raíces de las que procede
    con el pulso de la respiración se mide la profundidad del espacio, el viento me pone una mano en el pecho para acompañar cada movimiento; los latidos repercuten en el paisaje como una gota que cae en el agua
    lo que parece imposible de calcular ya lo sabe inmediatamente la conciencia: el número de árboles hasta mucho más allá del horizonte, todas las distancias, dónde están las voces que no se escuchan, qué estás pensando esta noche sola
    pero es una ilusión, y ya no se qué estás pensando, y ya se que no estás sola

1 comentario:

Pablo Hernández M. dijo...

la imaginación suele ser mentirosa pero miente muy bien